Sin duda, estas dos acciones son una gran mezcla. Pero, a su vez, un arma de doble filo debido a que si no se realiza bien la planeación con los mínimos detalles para su ejecución puede terminar con toda nuestra campaña en cuestión de segundos por un simple detalle como una falla de conexión a internet, llevándonos a un mega #Fail.
Les pongo un ejemplo sencillo: imaginemos que realizamos una activación en algún evento donde tenemos instaladas pantallas o proyectores que están mostrando todos los tweets sobre el mismo para que cada vez que el usuario use nuestro hashtag pueda ver, en tiempo real, su tweet y a su vez, participar para ganar su acceso para el siguiente día; pero resulta que no tuvimos la precaución de checar el lugar, sus facilidades de conexión y considerar que era un evento para 20 mil personas. Pero ¡oh sorpresa! En el lugar la señal de internet es muy baja o casi nula y, aparte de eso, resulta que el hashtag que tenía que ir impreso en todos los materiales promocionales no se puso. Con esto, nuestra acción ahí se nos quedará y no podremos alcanzar nuestro objetivo que era la viralización para obtener un mayor alcance.
Este tipo de cosas pasan constantemente debido a que se trabajan estrategias por separado. Con esto quiero decir que vemos a la agencia de BTL por un lado proponiendo su solución y llevando a cabo sus ejecuciones y, por otro lado, tenemos a la agencia digital o de Social Media que se enteró a medias por parte del cliente de cómo sería el evento y le pidieron una propuesta. A la hora de implementar vienen los errores, sobre todo al no conocer bien cuál sería el alcance general, las tácticas que usaría cada una de las agencias. La falta de comunicación entre cliente y agencias puede resultar contraproducente.
Al utilizar este modelo de trabajo lo único que se logra es que nuestras acciones, esfuerzos e inversiones fracasen. Por consecuencia, ninguna de las dos agencia pudo entregar buenos resultados y el cliente obviamente perdió una gran oportunidad y, desde luego, dinero.
Entendamos que no podemos realizar acciones independientes, pues van totalmente de la mano y una no puede vivir sin la otra. Son totalmente complementarias.
Para el consumidor de hoy, que está conectado todo el tiempo y exigiendo cada vez más a las marcas un mínimo detalle, puede volverse en contra de ellas. Y es por ello que debemos buscar al máximo, no simplemente proporcionarle ejecuciones, sino soluciones que al final del proceso realmente le generen una verdadera experiencia de marca.
AUn consejo: si eres anunciante junta desde un inicio a tus agencias para que estén todos en el mismo canal; les presentes un brief, los alcances del proyecto y el establecimiento de cuál será el objetivo final. Pide que entre todos realicen una propuesta. Si estás del lado de alguna agencia, solicita a tu cliente el poder hacer esta reunión ente las empresas que van a participar o entra en contacto con la otra u otras agencias –con el conocimiento y anuencia del cliente- y toma la iniciativa para coordinar que entre todos, entreguen un buen trabajo. Ve por el bien del proyecto, pero sobre todo, por el éxito del cliente. Al final, el cliente es de las dos y si no se obtiene resultado, una o ambas podrían perderlo.
Cualquier duda o comentario me puedes encontrar en Twitter @hanshatch o Facebook HansHatchDorantes.
